A nuestros colegas y al país: La ley de universidades y nuestros estatutos permiten y obligan a reflexionar

sobre lo que ocurre en Venezuela en materia política también. 

Como lo establece nuestra Constitución Nacional: la soberanía reside en el pueblo. En tal sentido, la población venezolana atendió un llamado a elecciones el pasado 28 de julio. El resultado de esa elección no se conoció oficial ni adecuadamente y aún así procedieron a juramentar a un candidato como ganador de las mismas. Otro candidato se reconoce como triunfador, con actas colectadas por testigos y miembros de mesa, así como por observadores internacionales que dan cuenta de los resultados, reconocidos, además, por diversos países del mundo, en América Latina, América del Norte y la Unión Europea, por ejemplo. 

Las protestas por el desconocimiento del resultado electoral no se hicieron esperar desde el primer momento y esto ha generado, además, del comprensible malestar colectivo, la incertidumbre y la angustia en la ciudadanía; muertos, presuntas detenciones arbitrarias, heridos, perseguidos y otras posibles violaciones a los derechos humanos. 

Esta asociación exige el restablecimiento del Estado de Derecho, el respeto estricto a la Constitución y los DDHH, el reconocimiento de la voluntad ciudadana, el cese inmediato a las persecuciones, detenciones arbitrarias y otros tipos de violencia a los ciudadanos. 

Del mismo modo que exigimos la evitación irrestricta de la violencia, exigimos la detención de más derramamiento de sangre producto de ella. Se supone que las elecciones como derecho humano de opinión y de representación política ocurren precisamente para transitar en paz el entendimiento, sin imposiciones indeseables. 

En ese sentido, llamamos a los partidos políticos y la población en general universitaria o no, a luchar por la restitución más inmediata de los derechos conculcados, pacíficamente, y en procura del restablecimiento de la paz nacional y la concordia la que todos aspiramos en medio de esta situación de conmoción y crisis política exacerbada. 

La Junta Directiva de la Asociación de Profesores de la USB