El pasado cinco de diciembre se conmemoró el día del profesor universitario y de la autonomía universitaria,

esta celebración tiene su origen en el decreto de 1958 que consagra la autonomía universitaria, llevada a cabo por el Dr Edgar Sanabria. Esta fecha es emblemática porque se reconoce a la educación universitaria como ese elemento fundamental que forma profesionales de todo tipo para  que contribuyan con el desarrollo y el progreso del país. Se puede afirmar sin ninguna duda que desde 1958 hasta nuestros días, jamás los profesores universitarios habían atravesado por una situación económica y social tan precaria, tan paupérrima como las de la actualidad. Se cuentan por cientos los que han fallecido a causa de distintas patologías y desde luego por la falta de medicinas y de la adecuada y oportuna atención médica. Otros han sido ingresados a hospitales con cuadros de desnutrición.

Muchos de los que han fallecido son o más bien eran afectos al actual gobierno, porque las enfermedades y la muerte no hacen distinciones ideológicas, de igual forma todos los profesores universitarios comparten la igualdad de la miseria en la que sobreviven, me refiero a las autónomas, las experimentales y las seudo universidades con el fin de hacer demagogia. Desde luego que respecto a las universidades existe una elite que si recibe beneficios que le son ajenos al resto, es decir beneficios otorgados a discrecionalidad, es que hasta en este sector existe una nomenclatura privilegiada. En los actuales momentos se cuentan cerca de mil días sin recibir aumento salarial, sin beneficios médicos ni de ninguna otra índole. Los profesores universitarios enfrentan una situación inédita, la política gubernamental hacia este sector es de total indolencia, y eso que muchos fueron formados en universidades que durante la democracia civil, no pasaron por situaciones similares. A pesar de ello muchos eran críticos empero ahora guardan silencio. Lo que es una prueba irrefutable de que nunca fueron críticos de verdad sino resentidos.

Un alto porcentaje de profesores universitarios han abandonado esta digna carrera porque sale más caro ir a dar clases que quedarse en casa. Ningún país ha logrado desarrollarse sin atender de manera efectiva a la educación en general y la universitaria en particular. En Venezuela es todo lo contrario cada día la situación es mucho peor los recursos del Estado se utilizan para otras cosas a las que se leda prioridad, verbi gracia traer a artistas extranjeros para conciertos en la onda romana al pueblo pan y circo, aunque en honor a la verdad lo que estamos viendo es mucho circo y malo sin pan. Es decir hay dinero para los templetes empero no para aumentarle el salario a los educadores y de manera general a ningunos de los empleados públicos a no ser de los que integran la élite privilegiada o para usar un término que debe gustarle al gobierno la oligarquía de los empleados públicos o la aristocracia de los empleados públicos.

Cuando se habla con las personas del común manifiestan que no entienden por qué a los educadores no se les paga un buen salario, lo que indica el nivel de los que gobiernan. Los profesores universitarios de Venezuela son los más pobres de América latina según El observatorio de Universidades, y pensar que a nuestros alumnos les decíamos que éramos subdesarrollados empero no como Haití. ¿Qué le decimos ahora? Cuando muchos indicadores son muy parecidos. Si algo ha quedado demostrado es que el socialismo iguala a los pueblos en la miseria mientras que una oligarquía vive y disfruta todas las ventajas de la economía de mercado que muchos llaman capitalismo por tradición marxista.