La “patria” siempre ha servido para que en su nombre se cometan los peores crímenes. Confieso que tengo animadversión al patrioterismo. No creo en aquellos que se autodefinen como patriotas puros, y dueños de la vara que mide el rango de patriotismo de cada quien. Los patrioteros, al igual que las personas que exaltan públicamente y con vehemencia sus supuestas condiciones de vitalidad sexual, terminan siendo puro fiasco: dime de qué te ufanas y te diré de qué careces.

A propósito de la confrontación Chávez-Uribe, hoy comienza a crearse una peligrosa matriz de opinión. Ésta consiste en acusar a todos los opositores a Hugo Chávez  como “traidores a la patria”. Para tal fin, se está esgrimiendo un infeliz argumento maniqueo: o estás al lado de Hugo Chávez y su desacertada política internacional o eres un aliado de Álvaro Uribe, de los colombianos y de los “imperialistas yanquis”. No hay gamas de grises ni términos medios. O estas con la patria (léase Hugo Chávez) o estas contra ella.

Todos sabemos (hasta los mismos chavistas lo saben) que este nuevo conflicto con Colombia es artificial, es rebuscado, con claras intenciones distraccionistas. Es un truco más viejo que Matusalén. La idea consiste en que los venezolanos, ante una supuesta agresión externa, nos unamos a los planes “defensivos” del gobierno. Y si se trata de una “guerra”, nadie puede ni debe salir a debilitar o distraer con asuntos “menores” a nuestras fuerzas armadas y policiales. Quién salga a protestar por un asunto tan “insignificante” como la crisis eléctrica que le quemó todos los electrodomésticos a muchas familias del barrio será acusado de “traidor a la patria” y de hacerle el juego al enemigo.

Esta es una tendencia muy peligrosa que hay que pararla a tiempo. Puede convertirse en el túnel de escape de un gobierno que ha fracasado en todos los sentidos, que sabe que tiene perdidas las elecciones parlamentarias y la presidencial (siempre y cuando la oposición vaya en un solo bloque), y que está decidido a seguir utilizando recursos anticonstitucionales para perpetuarse en el poder.

Sin embargo, si el presidente Chávez comienza a desempolvar el recurso de “traición a la patria” como mecanismo para saldar facturas políticas, entonces el corre un grave riesgo. Su estrategia se le convertiría en un boomerang demoledor.
Por ejemplo ¿cómo se definirían los siguientes hechos ejecutados por el Presidente de la República?

Hugo Chávez entregó a un gobierno extranjero (el de Cuba) información vital para la seguridad y defensa de la nación: el registro de identidad de todos los venezolanos y sus propiedades. Autorizó bases operacionales y espías extranjeros dentro de las unidades militares del país. Otorgó a extranjeros la potestad de calificar académicamente a los docentes venezolanos que trabajan para el sector público. Desvió recursos destinados a la generación de electricidad en Venezuela (asunto vital para la seguridad y defensa de la nación) para fortalecer la capacidad operativa de Cuba, Bolivia, y Nicaragua. ¿Cómo se llamaría esto?

Hugo Chávez desvió y regaló a Nicaragua miles de millones de dólares que correspondían a las escuelas y hospitales de Venezuela. Por un hecho similar a ese –y de un monto infinitamente menor- fue juzgado, destituido y encarcelado Carlos Andrés Pérez.
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