¿Olvidamos a Simón Bolívar? Geopolítica y sumisión
Escrito por Ángel Rafael Lombardi Boscán | X: @lombardiboscan   
Viernes, 24 de Octubre de 2025 04:09

altDe repente a los venezolanos se nos olvidó Simón Bolívar y la lucha contra los imperios.

En el pasado fue contra el español y el inglés. Y más luego contra el yankee. Y siempre salimos con la peor parte.

Ahora, inmersos en la más grande desesperación, vemos a Estados Unidos como salvador.

Estados Unidos y ninguna otra potencia interviene sobre otros países de manera desinteresada. El Plan Marshall ayudó a los europeos a reconstruirse, pero a un costo muy elevado: la presencia permanente de bases militares y soldados de los Estados Unidos hasta el día de hoy.

La URSS “ayudó” también ocupando toda la Europa Oriental e hizo satélites a esos países e impuso la “Cortina de Hierro” por más de cuarenta años. Los ganadores siempre cobran. Y la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) tuvo dos ganadores claros: Estados Unidos y la Unión Soviética.  

Luego de la caída de la URSS en 1991: ¿Por qué la OTAN no se desintegró? En una alianza militar el que dicta los términos es el más fuerte. Estados Unidos tiene más de 800 bases militares regadas por todo el mundo. Y las secretas y clandestinas nadie sabe cuántas son.

Sus portaaviones a propulsión nuclear son once en total y “vigilan” todos los océanos del mundo sin apenas oposición. De la Pax romana a la Pax americana. 

Sólo Francia le dijo no a la OTAN y su mérito recae en Charles de Gaulle (1890-1970); quien fuera un presidente nacionalista y orgulloso del pasado francés de grandeza. El resto de los países europeos fueron y son más pragmáticos: aceptan porqué si y por qué no el paragua nuclear gringo y se libran de los muy costosos gastos militares.

A Trump, un ignorante olímpico de acuerdo a los testimonios de sus colaboradores de más confianza (hoy la mayoría en desgracia), le han dicho sus halcones que las guerras son importantes para alimentar la muy lucrativa industria de armamentos y para garantizar la supremacía geopolítica de los Estados Unidos por todo el mundo. Poder es influencia y riqueza.

Su empeño público de traer la paz en Ucrania y en el Medio Oriente es un estratagema.

De la boca para fuera, un narcisista extremo como Trump, vive de los focos de las cámaras y del protagonismo planetario como paladín de la paz.

Cómo los noruegos no le dieron el Nobel de la Paz ahora volveremos a verle en su otra faceta, la más real, cómo policía del mundo.

El actual gobierno de Israel que preside Netanyahu no se puede permitir la Paz. Porque de lograrse esto su gobierno dejaría de existir.

"El Acuerdo del Siglo" no es más que otra operación de distracción. Estados Unidos es aliado de Israel y enemigo de Hamas e Irán. Ya solo con esto se le ven las costuras. Igual se agradece el alto al fuego y la tregua pactada desde la más grande desconfianza.

Más que un acuerdo se parece más al Tratado de Versalles. Los alemanes, aún hoy, no lo olvidan. 

Éste escenario lo podemos extrapolar a la guerra de Ucrania. Hoy un conflicto estancado y trágico para el país invadido. Putin se sabe ganador y no va a soltar a su presa.

Los estadounidenses tienen que seguir haciendo creer junto a sus aliados europeos que la vigencia de la OTAN es incólume. Y la vigencia de esa alianza militar es más fuerte que nunca.

En la geopolítica los sacrificados son siempre los más débiles y quienes no tienen el poder de fuego para hacer acompañar sus razones. Así que Ucrania es un conflicto conveniente para los padrinos principales de ésta guerra.

El otro escenario caliente es Venezuela. Trump, al parecer, quiere intervenir en Venezuela no tanto para restaurar la Democracia sino para meterle mano a nuestros recursos naturales, muy especialmente, el petróleo y los minerales raros que hay en el Amazonas.

Además, al ocupar a Venezuela o tener a gobiernos títeres, les garantiza una mayor influencia y control sobre toda América Latina. El pretexto de la lucha contra los narcoterroristas es lo de menos.

La muy revolucionaria y antimperialista Cuba con sesenta y seis años de guerra de sombras contra el poderoso vecino del norte nada ha podido hacer para sacar la base militar de Guantánamo de su propio territorio “muy soberano y libre”.   

El tema es que aún no se tiene claro cómo sería ese proceder "táctico" y los resultados del "Día Después".

Para Estados Unidos el caso venezolano, como siempre lo fue el cubano, es marginal o periférico. En cambio, para los venezolanos es un asunto existencial prioritario.

Convertir a Venezuela en una nueva Panamá o Puerto Rico sería algo peor que lidiar con el actual régimen de una vida ya menguada y en fase de salida por desgaste natural. 

Estados Unidos sabe que dentro de éste rompecabezas geopolítico terrícola otea la principal rivalidad que es contra China. Rivalidad comercial que puede volverse militar en los próximos lustros.

alt


blog comments powered by Disqus
 
OpinionyNoticias.com no se hace responsable por las aseveraciones que realicen nuestros columnistas en los artículos de opinión.
Estos conceptos son de la exclusiva responsabilidad del autor.


Videos



Banner
opiniónynoticias.com