Hoy 1 de enero la gran pantalla venezolana  recibirá una historia que promete conmover hasta al espectador más escéptico.

"Song Sung Blue: Sueño Inquebrantable", escrita y dirigida por el aclamado Craig Brewer (Hustle & Flow, Dolemite Is My Name), no es solo una película biográfica; es una oda a los "héroes de los bares", aquellos artistas que, entre trabajos esporádicos y botes de propinas, mantienen vivo el espíritu de la música.

Una historia de amor en clave de Neil Diamond

Inspirada en el documental de 2008 de Greg Kohs, la cinta sigue la vida de Mike y Claire Sardina (interpretados por los nominados al Óscar Hugh Jackman y Kate Hudson). Mike es un veterano de Vietnam y mecánico que encuentra su salvación en la música de Neil Diamond; Claire es una madre soltera que lucha por salir adelante mientras imita a Patsy Cline. Juntos, forman "Lightning y Thunder", una banda tributo que se convirtió en leyenda local en Milwaukee.

Para Craig Brewer, la conexión con esta historia fue inmediata y duradera. "Necesito creer que el sueño americano sigue siendo posible", afirma el director. "Apoyamos a los desvalidos porque su lucha es nuestra canción". Esa autenticidad impregna cada fotograma, desde los bares de poca monta iluminados con luces navideñas hasta la recreación meticulosa del Rust Belt de los años noventa.
Actuaciones que rompen moldes

Hugh Jackman entrega una de las interpretaciones más vulnerables de su carrera. Lejos de los superhéroes, aquí encarna a un hombre que se aferra a un "destello de locura" para silenciar a sus propios demonios. Por su parte, Kate Hudson despliega un torrente emocional y vocal, interpretando a una mujer que transita entre el brillo absoluto del escenario y la oscuridad de las crisis personales.

El elenco se completa con figuras de la talla de Michael Imperioli, como el guitarrista Mark Shurilla, y Jim Belushi en el papel del entrañable gerente Tom D’Amato. Además, la película cuenta con participaciones especiales de la estrella indie King Princess y la presencia icónica de la música de Eddie Vedder, quien en la vida real fue un gran seguidor del dúo original.
La magia de lo artesanal

El diseño de producción, a cargo de Clay Griffith, y la fotografía de Amy Vincent, logran capturar esa "magia cursi" de los años 90. Utilizando iluminación auténtica de la época y locaciones reales en Nueva Jersey (que duplica a Wisconsin), la película evita el pulido excesivo de Hollywood para abrazar la textura de la vida obrera.

La música, supervisada por Scott Bomar, es el corazón de la cinta. Temas como “Play Me”, “Forever in Blue Jeans” y la esperada “Sweet Caroline” no solo sirven como banda sonora, sino como hitos narrativos que marcan el crecimiento y la resiliencia de la pareja.

"Song Sung Blue" es, en última instancia, una celebración de que nunca es demasiado tarde. Como dice Jackman: "Es una historia donde uno más uno es igual a tres; donde dos personas que se apoyan mutuamente provocan magia".