Arturo Michelena pintor insigne |
Escrito por Ángel Muñoz Flores |
Lunes, 16 de Junio de 2025 07:18 |
las escabechinas eran ostensibles, quedaba con El Convenio de coche cerrado el capítulo de la hegemonía ejercida por los caudillos surgidos de la guerra de la emancipación nacional y emergían unos nuevos, los vencedores en la guerra de los cinco años, la guerra larga o guerra federal, si acaso una de nuestras grandes tragedias, tener por largos periodos gobiernos de caudillos surgidos de nuestras interminables guerras intestinas. En este contexto nace Arturo Michelena en Valencia estado Carabobo el 16 de junio de 1863. Seria en el futuro uno de los más grandes y exitosos pintores venezolanos del siglo XIX. Hijo del pintor Juan Antonio Michelena y de Socorro Castillo quien fuera hija del también pintor, retratista y muralista Pedro Castillo autor de los murales de la casa de José Antonio Páez ubicada en Valencia. Su padre y su abuelo maternos eran pintores por lo que el arte nunca le fue ajeno y se crió en un ambiente artístico cuya influencia fue definitiva para el futuro pintor. Su padre fue su principal preceptor durante su infancia, recibió en casa la enseñanza de las primeras letras como era de esperarse de un hogar vinculado al arte y a la cultura. Su primaria la cursa en Valencia en un colegio que regentaba Alejo Zuloaga. En 1874 ocurre un hecho que va a contribuir con el inicio temprano y exitoso de la carrera artística de Arturo Michelena, en ese año realiza unos dibujos que ilustran la edición neoyorquina del libro Costumbres venezolanas de Francisco de Salas Pérez, allí pone de relieve su extraordinaria habilidad para el dibujo que lo acompañaría durante toda su vida. El autor del libro ilustrado por Michelena le tomaría cariño y se convertiría en su protector, lo presenta en el círculo de Amigos de Antonio Guzmán Blanco, con el fin de conseguirle una pensión de estudio para el novel artista. Entre 1879 y 1882 se va a dedicar a mejorar toda su técnica y su aprendizaje se incrementará mucho. Asociado con su padre abre una Academia de artes en Valencia, para satisfacer encargos de todo tipo, verbigracia, retratos, pinturas, murales, copias de cuadros antiguos, retratos infantiles entre otros. Toda esta intensa actividad le servirá de entrenamiento en su arte. Concurre al Salón del Centenario realizado en Caracas en 1883 con su primer lienzo importante La entrega de la bandera al batallón sin nombre con el que obtiene el Segundo Premio. En 1885 parte a París junto con Martín Tovar y Tovar, para inscribirse en la Academia de Julián, en la que enseñaba el prestigioso maestro Jean Paul Laurens, del cual Michelena aprendió mucho y sería fundamental en su educación parisina. Con el apoyo y recomendación del maestro Laurens envía en 1887 al salón su lienzo El niño enfermo, con el que gana la Medalla de Segunda Clase y el reconocimiento Hors concours máxima distinción que en el salón se le otorga a un artista extranjero. Entre 1885 y 1889 se ve influenciado por el realismo oficial presenta muchas obras, verbigracia: Una visita electoral (1886), La caridad (1887), La joven madre y Carlota Corday (1889) y obtiene con este último cuadro, exhibido en el salón, una Medalla de Oro en la Exposición Universal de Paris (1889). En ese mismo año de consagración regresa a Venezuela y es recibido con honores y agasajos. Fue Arturo Michelena un pintor prolífico, dejó muchas obras inconclusas en bocetos. Los temas de su obra son diversos, abundan los temas cotidianos, historia patria y el tema religioso. Algunas obras emblemáticas del pintor son hoy referencias verbigracia: Miranda en la Carraca, para la que posó su amigo Eduardo Blanco, Pentesilea, Berruecos, Descendimiento y La Última cena, entre otras. No olvidemos a este gran artista venezolano representante de nuestra cultura y un gran valor civil. |
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