La invención de los híbridos
Escrito por Ricardo Ciliberto Bustillos   
Lunes, 19 de Mayo de 2025 00:00

altEn entregas anteriores sostuvimos que hay una especie de regresión de la “política”; que incluso se evidencia un declive de las democracias y,

sobre todo, cuando estas no dependen de sus fundamentales instituciones sino de algunos grupos o asociaciones, con intereses muy propios, específicos y disímiles.

Hay que insistir que la democracia es un sistema político cuyo fin último es combinar sabiamente la libertad con la igualdad política de los ciudadanos. Una meta – por supuesto- imposible de alcanzar. Por eso se dice que la democracia logra respuestas o soluciones temporales y parciales, y no definitivas y totales.

A la democracia, como es sabido, se le ha exigido demasiado. De allí que los asuntos económicos, las aspiraciones colectivas o de determinadas élites, no tienen nada que ver con aquella. La democracia es ajena, por ejemplo, a la carencia de eficientes servicios públicos o del funcionario incapaz y hacedor de dinero maloliente.

Obviamente, se supone que un régimen de libertades políticas debe convivir con otro de libertades económicas, y de satisfactoria gestión pública. La democracia es frágil. Por eso sucedió, luego de 40 años en que la creímos curtida, con pantalones largos, bien plantada y, de paso, excesivamente experimentada, el quiebre y la fragmentación de sus pilares sustanciales.

Un discurso atrayente, populista, con una política comunicacional, enérgica y moderna, más el apoyo de algunos sectores y personalidades que no le fueron leales, dieron al traste con la tan cacareada y a la vez menospreciada república. Interpretaciones y puntos de vista llenos de odio y venganza, así como decisiones judiciales torpes, oportunistas y olorosas a desmedidas ambiciones, ocasionaron que la siempre endeble democracia se fuera de “juerga”, como dicen popularmente en la Madre Patria. Si, toda una tramoya que ni siquiera sus ejecutantes y servidores - seguimos creyendo – sopesaron, seriamente, las consecuencias de su malévola conducta.

Ahora han inventado un revoltijo que no tiene pies ni cabeza. Una “democracia” a medias y cojitranca. Porque no hay híbridos ni combinaciones que, en la práctica, justifiquen la ausencia de algunas de sus piezas primordiales.

En consecuencia, eso de andar por allí buscando rendijas donde no las hay, avenimientos donde no existe ni un centímetro de posibilidad, y de pretender caminar juntos, dizque para conservar o ganar “espacios”, no es más que una quimera, además de una conducta deplorable.

Esos “híbridos” que nos quieren vender carecen de toda lógica y sentido común. No es viable fabricar un “Frankenstein” político combinando dos sistemas que de por sí son como agua y aceite. Se está en democracia o no, porque en esto no son factibles las aproximaciones.

Lo demás, sencillamente, es aspirar a convertirse en un alquimista al estilo de Johann Conrad, creador de este monstruo, para concebir un “adefesio político” con fines inconfesables y con propósitos reñidos con el pleno ejercicio de la democracia.


blog comments powered by Disqus
 
OpinionyNoticias.com no se hace responsable por las aseveraciones que realicen nuestros columnistas en los artículos de opinión.
Estos conceptos son de la exclusiva responsabilidad del autor.


Videos



Banner
opiniónynoticias.com